LOS PINTORES DEL PAISAJE IMPRESIONISTA
El Impresionismo trató de fijar las impresiones momentáneas de la luz sobre la naturaleza. Para ello, los artistas buscaron el enfrentamiento directo con el objeto y salieron a trabajar en contacto con el aire libre (plein air). Por eso el Impresionismo en sentido estricto sólo se debería aplicar a la obra de los tres pintores que hicieron girar su pintura en torno al paisaje, al aire libre, la luz y la atmósfera: Monet, Sisley y Pissarro.
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Mujeres en el jardín (1866), de Claude Monet |
Durante la década de los años setenta, los impresionistas se empeñaron en demostrar que la silueta de las cosas no existía y que la materia no era lo más importante. Por eso, la luz se convirtió en la protagonista de sus cuadros, y esta preocupación llevó a los artistas a pintar los reflejos y los rayos de sol que se filtraban entre las hojas de los árboles, como en Mujeres en el jardín (1866-1867) o El almuerzo sobre la hierba (1866) de Monet. Pero fue en el agua, cuerpo líquido en constante movimiento, donde los pintores impresionistas lograron sus mayores conquistas.
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Alfred Sisley Inundación en Port Marly (1876) Paris, Orsay |
La orilla del Sena fue el escenario favorito de estos artistas, desde que Monet y Renoir se interesaran por los reflejos de la luz en el agua en sus cuadros dedicados a La Grenouillére (1869), el centro náutico de moda en Bougival. Durante el verano de 1874 coincidieron en la localidad de Argenteuil Monet. Manet y Renoir, los tres pintaron los mismos paisajes fluviales del Sena con las embarcaciones, y se retrataron unos a otros.
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Camille Pisarro Campo de coles, 1873 |
El puente de Argenteuil, El Sena en Argenteuil, Regata en Argenreuil de Monet: En la barca, Claude Monet pintando a su esposa en su estudio flotante, de Manet; El Sena en Argenteuil, de Renoir. El Támesis fue también protagonista de los lienzos de Monet y Pisarro durante su estancia en Londres en 1870, con motivo de la guerra francoprusiana.