Miguel Peidro, un virtuoso pintor nacido en 1950 en la encantadora Alcoy, España, tiene una marca indeleble en el mundo del arte con sus impresionantes obras llenas de vida y color. Su habilidad para capturar la esencia de la naturaleza ha hecho que sus paisajes sean apreciados por amantes del arte de todas partes.
Una de las señas distintivas de las pinturas de Peidro son sus paisajes llenos de flores, donde los colores estallan como fuegos artificiales en un cielo nocturno.